Hace mucho mucho mucho tiempo, en un país
lejano, vivía Leonardo, un niño de familia humilde. Tenía dos hermanos gemelos
tres años menor que él. Joaquín y Ruperto eran idénticos, el pelo color naranja
zanahoria daban una pista sobre el condado al que pertenecían.
Los padres de Leo eran mayores, a la
madre le costaba cada vez más salir a recoger las verduras del huerto pero
siempre mantenía la sonrisa en su cara, por otro lado, su padre seguía
manteniendo la compostura, podemos decir que había sido bien entrenado en el
campo de batalla.
Los días pasaban y los pájaros volaban
indicando que se adentraba la época del frio. Ese año fue realmente mal en la
cosecha de la familia Uriarte, no había verdura alguna en el huerto y a los
gemelos les estaba empezando a pasar factura lo de no llevarse nada a la boca.
Una noche de frío y oscuridad, Leonardo
decidió actuar, fue al cuartito donde su padre guardaba la armadura que uso
para las batallas de Boyne, se la puso
sin dar explicaciones a su familia y zarpo en silencio a tierras inhóspitas con
el objetivo de llevar comida a casa.
Pasaron los años y el objetivo principal
de Leo había cambiado por completo ya que se dio cuenta que realmente amaba
defender a su condado. El guerrillero había dejado a su familia en un segundo
plano, hasta que un día en tierra de nadie se le cruzo un niño que le pedía
comida, tenía el pelo tan naranja como Joaquín y Ruperto e inmediatamente se
acordó de ellos.
A la mañana siguiente, cogió sus
pertenencias y puso rumbo a su casa. Tras días de viaje, llego a lo que había
sido su hogar. Llamo a la puerta y le
abrió uno de sus hermanos. Le fue a dar un abrazo pero él se lo rechazo
reprochándole la muerte de sus padres y su huida, inmediatamente salió Ruperto
y le grito diciéndole que se fuera de esa casa, que ya no era su casa, que les
había abandonado; sin saber que realmente Leonardo se marcho a la guerra en
busca de un futuro mejor para su familia.
Leo se fue muy triste, poco a poco se iba
alejando del lugar donde había crecido. Sin darse cuenta, se fue adentrando en
el bosque tenebroso, al que todos los habitantes del condado le tenían miedo ya
que se rumoreaba que en el habitaban seres extraños que ponían a prueba tus
capacidades.
Iba cabizbajo, arrastraba los pies por el
suelo hasta que no pudo continuar porque se quedó medio atrapado entre el
barro, levanto la vista y visualizo su entorno. Era un sitio colorido, había
muchos árboles, lo poco que se veía del cielo era azul, y diferentes
animalillos correteaban entre la maleza, lo único que no le gusto fue el
embarrado suelo, el cual manchaba sus apreciadas botas de batalla.
Decidió buscar cobijo ya que se empezaba
a esconder el sol entre las nevadas montañas, camino y camino por el bosque
hasta que visualizo un condado de siete casas, cada una era diferente, examino
con cautela la fachada y decidió introducirse en la que más brillaba debido al
reflejo del sol anaranjado.
Leo
entro despacito y se encontró con una criatura bastante rara. Su aspecto era
parecido al de una foca del ártico lo único q le diferenciaba era su postura
erguida y elegante.
Leo
se quedo sorprendido al encontrarse con Weddelli, pero pronto se sintió atraído
por su voz y por su propuesta.
Weddelli
le comento lo triste q le veía y como sabia q no andaba bien de dinero, le prometió
todo el dinero que quisiera durante 3 años.
Rápidamente
metió la mano en el saco que colgaba de su cuello y comenzó a sacar monedas de
oro, cada vez que metía la mano y la sacaba rebosaban miles de monedas doradas.
Leo
anonadado pregunto que tenia q hacer para conseguir ese regalo. Weddelli le
comento que solo una persona valiente podía obtener tan preciado regalo, Leo
comento sus andaduras por las diferentes batallas para así demostrar su valentía
pero a la criatura no le fue suficiente y por ello quiso comprobarlo, para
ello, le puso ante su mayor miedo: un gran oso polar. De inmediato, Leo saco un
trozo de pescado que tenía guardado se lo lanzo y la vestía se calmo.
¡Muy
astuto!-exclamo Weddelli, has sido valiente y realmente listo, pero has de
conseguir la piel de ese oso para que pueda decirte los requisitos de tu
regalo.
Leo
estuvo pensando cómo hacerlo y rápidamente salió de la casa de Weddelli,
recordando las fachadas de las otras seis casas restantes. Así pues, fue
corriendo a la tercera casita ya que pensó que allí podría conseguir lo que la
foca le pedía.
En
la tienda se vendía todo tipo de pieles, telas y alfombras.
Al
entrar en la casa, se tropezó con la cabeza de un oso que yacía tumbado en el
suelo de la entrada. Sonrió y le comento al vendedor que si le prestaba la
alfombra del oso, le daría en menos de 24 horas el doble de su coste. El
vendedor fascinado y falto de dinero quiso confiar en él y cedió.
Leo
cogió la pesada piel de oso y regreso a la casa de Weddelli para ofrecérsela y
que así pudiera seguir con las instrucciones para conseguir el preciado regalo.
Weddelli
comento lo sorprendido que estaba con el muchacho y comenzó a hablar: para
conseguir el preciado regalo deberás cumplir 3 condiciones durante 3 años.
La
primera de ellas será que no puedes dormir en el mismo lugar durante las próximas
1095 noches.
La
segunda será que no te puedes lavar, cortar la barba, ni asear durante los próximos
3 años.
Y
la ultima condición... Weddelli resentido por la astucia del muchacho quiso
buscar un requisito que realmente le costara y le debilitara, así pues dijo convencido:
Y por último la tercera condición será que debes cubrirte con esta piel de oso
tan maravillosa durante todo este tiempo, bajo ningún concepto te la puedes
quitar.
Leo
acepto ya que la recompensa era enorme.
¡No
tan rápido!-Le dijo la criatura. Si no cumples estas 3 condiciones durante los
3 años, me darás tu objeto más preciado, la armadura de tu padre.
Tras
mucho meditar, el muchacho acepto ya que se veía capacitado para cumplir con
los 3 requisitos que le pedía Weddelli. En ese mismo momento la foca se esfumo.
En
ese instante comenzaba una nueva experiencia para Leo. Salió de la casita color
dorado y tras pagar el doble por la alfombra que le cubría, puso rumbo al
pueblo.
Tres
días estuvo caminando por la maleza del bosque, tres duros días en los cuales
se arrepintió de haber aceptado el reto ya que no pudo hacer uso del dinero.
Finalmente
llego al pueblo y comenzó a comprar propiedades para un futuro, compro una
granja y la panadería más famosa del pueblo.
La
gente estaba fascinada al ver todo ese dinero. Leo se comenzó a comprar
costosos trajes, aun no se los podía poner pero los guardo en el armario para
cuando hubiera superado el reto.
Pasaban
los días y cada vez se le hacía más costoso lo de no ducharse ya que la gente
poco a poco se iba alejando de él.
Conoció
muchos pueblos y mucha pero que mucha gente. Pero fueron amistades pasajeras ya
que pasados los años nadie se le acercaba debido a su aspecto sucio y
maloliente.
Un
día cualquiera, cuando ya solo le quedaban 2 semanas para terminar el reto puso
rumbo al bosque para reencontrarse con la criatura, por el camino se encontró
con una persona ciega que lloraba, lágrimas que se reflejaban en la tierra del
camino. Leo con tono de preocupación le saludo y quiso preguntarle si podía
ayudarle.
El
hombre extrañado por esa voz, arrugo la nariz debido al olor que desprendía y
le dijo que nada podía hacer por el ya que mañana iba a perder todo lo que tenia pues no tenía dinero para
pagar las deudas de su casa y de sus negocios.
Leo
metió la mano en la bolsa una vez más e hizo sonar las monedas doradas que
rebosaban de sus manos, se las acerco al hombre ciego y le dijo, ve a pagar tus
deudas y se feliz.
Dionisio,
el hombre ciego, quiso recompensarlo de alguna forma, asique le dijo: ven a mi
casa, te lavare y te daré de comer, te presentare a mi esposa y a mi hija, toma
la mano de mi hija y se feliz.
Leo
fascinado acepto la propuesta pero se tuvo que disculpar de su desaliñado
aspecto ya que no podía hacer nada por cambiarlo hasta que hubiese cumplido la
promesa.
Al
entrar al hogar, una doncella de nombre Pompella abrió la puerta y Leo quedo
impregnado por su belleza, en ese momento se avergonzó de su aspecto y se
disculpo de nuevo.
Al
ver a su padre con él se quedo extrañada y les hizo pasar.
Se
sentaron en la mesa de madera y el padre comenzó a explicar que ese muchacho
les había sacado de la pobreza. Pompella en ese momento se quedo estupefacta y
le dijo: Estoy segura que debajo de esa piel de oso y detrás de esa suciedad
hay un buen hombre, un hombre con un gran corazón. Por ello, le entrego su mano
en señal de agradecimiento.
Leo
no se lo podía creer ya que había sentido un flechazo por la muchacha que le he
hizo olvidarse de todo. Pero rápidamente recordó el reto con Weddellin y le
dijo: Prometo volver cuando haya resuelto un asunto que tengo pendiente. Se
levanto de la silla, metió medio corazón en el bolsillo del camisón que tenia
puesto la muchacha, dio las gracias y retomo su trayecto a la casa de la foca.
Leo
espero 23 días cerca del condado de las siete casas para evitar tentaciones y
al cumplir el tercer año la criatura se le apareció diciendo: una vez más has
sido listo y has conseguido lo que te pedí. Puedes quedarte con todo lo que has
conseguido y ser feliz. La foca le devolvió su aspecto inicial y se esfumo tan rápido
como había venido.
Leo
regreso a la casa del anciano, nadie le reconoció hasta que saco el trozo que
completaba el corazón que le había regalado a Pompella 1 mes atrás. En ese
momento ella se abalanzo y le abrazo.
En
ese instante apareció de nuevo la foca Weddelli y le dijo a Leo: no me has dado
tu objeto más preciado “la armadura de tu padre”, pero sin que te des cuenta yo
te he quitado a lo q más querías haciéndote olvidar de ello, tus hermanos. Ten
cuidado con los bienes materiales porque jamás podrán sustituir las relaciones
personales.
En
ese instante una gran humareda inundo la habitación y nunca más se supo de
Weddelli.
Leonardo
se quedo triste y pensativo pero nada podía hacer para recuperar a sus
hermanos, por ello decidió recordarles llamando Joaquín y Ruperto a los hijos que aguardaba Pompella en
su vientre.
Y este cuento se acabó y el viento se lo llevó y cuando lo vuelva a encontrar, te lo volveré a contar.
Hola Emi, supongo que todavía te falta terminarlo ya que no está la justificación pero de momento te hablaré de la adaptación la cual me ha gustado mucho como la has mdificado.
ResponderEliminarTe recomiendo que revises las tildes porque te faltan bastantes en los verbos en pasado, algo que a muchos nos pasa al escribir sin fijarnos bien.
En el párrafo en el que Leo lucha contra el oso polar pones que en vez de q, y el corrector supongo que te habrá cambiado bestia por vestía.
Usas palabras un tanto difíciles para los niños como "inhóspitas" pero me parece genial para que así puedan aprender más vocabulario, ya que es probable que no la conozcan pero de esta manera la conocerán en el futuro.
Y también debo decirte que me gusta mucho como has tratado el tema de los hermanos de Leo.
Espero haberte ayudado, y volveré a verlo cuando hables de la justificación porque me ha gustado mucho tu adaptación.
Un saludo!
Buenas anotaciones.
EliminarHola Emi!
ResponderEliminarBueno, el cuento que he leído me ha parecido muy chulo, pero más que una adaptación me ha parecido una historia nueva. Es verdad que mantienes lo que son las reglas y el final del cuento, pero todo lo demás está totalmente cambiado; una adaptación debe parecerse lo máximo posible al cuento folklórico en cuestión, cambiando los elementos que no sean adecuados para niños.
Al igual que te ha puesto Henar, deberías incluir lo de la justificación de las modificaciones que has realizado y para qué edad está pensada la adaptación.
Espero haberte ayudado!
Un beso.
Bien anotado, Silvia, aunque tampoco está tan tan cambiado... :)
Eliminar
ResponderEliminarEn primer lugar, comentar que tras leer otras adaptaciones, también pienso que he modificado demasiado la historia aunque mantengo los aspectos más importantes de la original.
Quizá tendré que rehacerlo.
Gracias por darte cuenta de las tildes, no se porque el corrector no me las detecto.
Por otro lado, se me paso por completo incorporar la justificación y los anexos ya que lo hice en un documento a parte, los he adjuntado ahora mismo.
En cuanto al vocabulario me ha parecido interesante ir integrando poco a poco nuevas palabras y cada vez más complejas.
Por último, daros las gracias por vuestro tiempo y por vuestro análisis.
Entiendo que debo corregir la entrada 2.0, que es la que está completa...
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